Las relaciones sexuales no son sólo cuestión de tacto. Cuando tenemos relaciones sexuales con otra persona o con nosotros mismos, todos nuestros sentidos se ponen en funcionamiento.
Si quieres mejorar tus relaciones sexuales y hacerlas aún más placenteras, ¡juega con todos tus sentidos!
Vista. Abre los ojos y disfruta del cuerpo de tu amante o del tuyo propio para aumentar la excitación. O… ¡haz todo lo contrario! Tápale los ojos con un antifaz o una cinta para hacer de las relaciones algo misterioso… ¿Dónde está? ¿Qué zona besará ahora? Deja volar tu fantasía y disfruta…
Olfato. Los aromas son especialmente importantes en las relaciones sexuales. No sólo es importante un aroma a limpio – lo que parece bastante obvio – sino que podemos aportar aromas con perfumes o inciensos basados en feromonas (las hormonas de la atracción sexual) o utilizar aceites o cremas con diferentes olores para crear ambientes aún más excitantes.
Gusto. Chupa, lame, saborea de la piel de tu amante. O aporta nuevos sabores al sexo oral con lubricantes y geles de sabor, o con aceites comestibles para sexo oral o para masajear todo el cuerpo.
Tacto. Siente el contacto piel con piel, o utiliza un vibrador para crear nuevas sensaciones sobre la piel de tu pareja. Dale un masaje con un aceite altamente deslizante o una loción de masaje de tacto seda.
Oído. Quizás te resulten excitantes los gemidos de tu pareja o unas palabras subidas de tono al oído. O puedes disfrutar de una buena música que os ponga a tono. Sea lo que sea… ¡escucha a tu pareja! Con sus palabras, pero también con sus gestos y movimientos, te estará diciendo qué es lo que le gusta o qué no en la cama.
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